martes, 28 de mayo de 2013

La Eutanasia...

laemptyeutanacia


La eutanasia no es algo nuevo: está ligada al desarrollo de la medicina moderna. El solo hecho de que el ser humano esté gravemente enfermo ha hecho que en distintas sociedades la cuestión quede planteada. La eutanasia es un problema persistente en la historia de la humanidad en el que se enfrentan ideologías diversas.
La eutanasia no planteaba problemas morales en la antigua Grecia: la concepción de la vida era diferente. Una mala vida no era digna de ser vivida y por tanto ni el eugenismo, ni la eutanasia suscitaban grandes discusiones. Hipócrates representó una notable excepción: prohibió a los médicos la eutanasia activa y la ayuda para cometer suicidio.
Durante la Edad Media se produjeron cambios frente a la muerte y al acto de morir. La eutanasia, el suicidio y el aborto bajo la óptica de creencias religiosas cristianas son considerados como «pecado», puesto que la persona no puede disponer libremente sobre la vida, que le fue dada por Dios. El arte de la muerte (ars moriendi), en la cristiandad medieval, es parte del arte de la vida(ars vivendi); el que entiende la vida, también debe conocer la muerte. La muerte repentina (mors repentina et improvisa), se consideraba como una muerte mala (mala mors). Se quiere estar plenamente consciente para despedirse de familiares y amigos y poder presentarse en el más allá con un claro conocimiento del fin de la vida.
La llegada de la modernidad rompe con el pensamiento medieval, la perspectiva cristiana deja de ser la única y se conocen y se discuten las ideas de la Antigüedad clásica. La salud puede ser alcanzada con el apoyo de la técnica, de las ciencias naturales y de la medicina.
Hay pensadores que justifican el término activo de la vida, condenado durante la Edad Media. El filósofo inglés Francis Bacon, en 1623, es el primero en retomar el antiguo nombre de eutanasia y diferencia dos tipos: la «eutanasia exterior» como término directo de la vida y la «eutanasia interior» como preparación espiritual para la muerte. Con esto, Bacon se refiere, por una parte, a la tradición del «arte de morir» como parte del «arte de vivir», pero agrega a esta tradición algo que para la Edad Media era una posibilidad inimaginable: la muerte de un enfermo ayudado por el médico. Tomás Moro, en la Utopía (1516), presenta una sociedad en la que los habitantes justifican el suicidio y también la eutanasia activa, sin usar este nombre.







                                                     PROBLEMAS SOCIALES


La discusion social sobre la eutanasia la vamos a tener pre visiblemente muy intensa en los próximos años y va a estar marcada por el apasionamiento, ya que todo sobre nacer o morir remueve rincones muy profundos en los seres humanos.
Aunque la vida es un continuar, sin embargo su comienzo y su final son los únicos cortes indiscutibles dentro de ese proceso que se desarrolla día a día, segundo a segundo. Las actitudes ante estos dos puntos extremos de la existencia humana juegan un papel muy trascendente en la cosmovisión del hombre y en las facetas de cada cultura.
En el seno de las sociedades pluralistas coexisten personas con distintas actitudes y valoraciones ante la muerte y su significado humano....Mi propio pensamiento está marcado y coloreado por las vivencias religiosas que me han inculcado, que son compartidas por otros muchos, aunque no son universales.
Todo parece indicar que en el futuro de nuestras sociedades va a ser inseparable la coexistencia con personas y creencias distintas sobre el nacer y el morir.
Pero a la hora de legislar debe tenerse en cuenta el bien común: ¿hasta que punto una regulación legal de la auténtica eutanasia va a ayudar a la humanización de la sociedad?...este es la gran preocupación indiscutible.
En Holanda se ha llevado al parlamento y no se ha legalizado a pesar de que el proyecto de ley tenía un apoyo mayoritario dentro de la cámara y ha imperado el sentido de la prudencia y de temor ante las consecuencias de una legalización cuyos resultados fueron tan dramáticos en la Alemania nazi.
La eutanasia puede ser el remedio más tajante y rápido para resolver todo el proceso de los enfermos terminales....pero ¿es el que mejor reconoce la humanidad de tales enfermos y el que mejor salva los valores sociales?...
Todos o casi todos hemos estado ante un enfermo terminal...¿la eutanasia resuelve su angustioso problema o es que resuelve nuestro problema?.....vivir un problema que no tiene solución es algo que nos impacta y en esos momentos aceptamos lo que los médicos nos puedan decir...¿pero es lo mejor para el enfermo?....no lo sabemos....no llegaremos a saberlo jamás.
Creo y muchos creemos, que a un enfermo terminal hay que aplicarle los remedios que la ciencia hoy en día tiene a su alcance: La sedación profunda para que ese ser aun vivo no sufra, ni con dolor y mucho menos con traumatismos´innecesarios





Por Que No A La Eutanasia



No le ponemos un nombre más "dulce", porque no lo tiene; que algunos se inventen sus propias historias y justificaciones al respecto -bien alejadas de la realidad, por cierto-, es otro cantar.
De acuerdo con el Santo Padre, "la eutanasia, aunque no esté motivada por el rechazo egoísta de hacerse cargo de la existencia del que sufre, debe considerarse como una falsa piedad, más aún, como una preocupante «perversión» de la misma.
En efecto, la verdadera «compasión» hace solidarios con el dolor de los demás, y no elimina a la persona cuyo sufrimiento no se puede soportar. El gesto de la eutanasia aparece aún más perverso si es realizado por quienes --como los familiares-- deberían asistir con paciencia y amor a su allegado, o por cuantos --como los médicos--, por su profesión específica, deberían cuidar al enfermo incluso en las condiciones terminales más penosas.
La opción de la eutanasia es más grave cuando se configura como un homicidio que otros practican en una persona que no la pidió de ningún modo y que nunca dio su consentimiento. Se llega además al colmo del arbitrio y de la injusticia cuando algunos, médicos o legisladores, se arrogan el poder de decidir sobre quién debe vivir o morir.
De este modo, la vida del más débil queda en manos del más fuerte; se pierde el sentido de la justicia en la sociedad y se mina en su misma raíz la confianza recíproca, fundamento de
toda relación auténtica entre las personas. El deseo que brota del corazón del hombre ante el supremo encuentro con el sufrimiento y la muerte, especialmente cuando siente la tentación de caer en la desesperación y casi de abatirse en ella, es sobre todo aspiración de compañía, de solidaridad y de apoyo en la prueba. Es petición de ayuda para seguir esperando, cuando todas las esperanzas humanas se desvanecen". (1)
Parece mentira que un médico y legislador perteneciente a la izquierda -presunta defensora de los derechos humanos- pueda presentar semejante proyecto, claramente contrario al principal derecho de todo hombre: el derecho a la vida. Sin embargo, es comprensible. Porque quien no tiene fe, quien ve la vida desde un punto de vista meramente utilitarista y al hombre
como un ser puramente material, obviamente se desespera ante el dolor y la muerte.
video



DIGAMOS NO A LA EUTANASIA 



















No hay comentarios:

Publicar un comentario